viernes, 12 de octubre de 2012

Solo pétalos

Este espacio, tan mío y tan ausente; paño de lágrimas, bolsa de pensamientos, sitio de los sentimientos revueltos.  Hoy vuelvo a él, segura que mantener mi constancia en su espacio es tan dificil de predecir, y aun asi, quiero hacerlo: escribir sobre mi, cómo me siento, deshojar los pétalos de mis sentimientos y dejarlos revolotear a la brisa y lectura de quien me lea o no me lea, que sean tan etéreos como la belleza de la mariposa que solo vive unas horas.

 Mis pétalos no son alegres ni felices, estos los cargo conmigo en mi vida diaria. Al fin y a cabo la felicidad es para vivirla, la tristeza para escribir sobre ella.

Alguna vez sirvió de espacio casual de encuentro y descubrimiento de un coyote, y su infima huella aqui y en mi vida aun marcan mis pasos. En otros momentos, fue el espacio odiado por quienes me querían...tal vez odiaban encontrar aqui aquello que soy y no les era cómodo. Hay mucha historia de dolor, de tristezas, de amores abnegados hoy inexistentes.

Hoy nuevametne estoy nostálgica, y nuevamente estoy aqui, escribiendo de ello. Es extraño, luego de haber amado tanto, tan abnegadamente, con tanta entrega, con tanto aguante, verme hoy sola, con ganas de compartir, pero tan poco crédula a aque algo real aparezca. A veces siento que el amor murió para nunca mas volver, no solo con la partida del coyote, sino con el recuerdo del amor abnegado y tan poco valorado, o con el amor desinteresado y tal vez minímo que pidió una esperanza y la crítica de mundos poblados de batallones gobernados por una gran pero lejana Majestad arrasó con el como una pisada puede borrar del planeta a un naciente roble. Y no es botar piedras, criticar a los ausentes y salir corriendo, ni siquiera reclamar por si fueron buenas o malas experiencias...solo sé que amé y hoy ese sentimiento no brilla en mi, y a veces siento que mi corazón siempre sensible se enfría, se arruga, se corroe porque es incapaz de volver a brillar. Como la flor, que una vez caida a tierra solo tiemblan sus pétalos mientras la vida ya no corre por ella.

Y el vacío se siente, existe, es una sensación de nada y ausencia de todo que como una gota, es capaz de repercutir y exsasperar una cueva fria y mohosa. Y la soledad duele, no porque no haya alguien a mi lado, sino porque mi corazón ha dejado de latir, sin esperanzas, sin ilusiones, sin magia. 

Pd: gracias blog por las licencias literarias que siempre me permites...