Hay un momento en el cual la mente humana deja lo seguro y se embarca a la duda. Si bien es ella la que le ha permitido al hombre construir nuevo conocimiento, hay otra que se vuelve irracional, al querer indagar en los sentimientos.
Se empeña en racionalizar al corazón y se trata de buscarle a los sentimientos respuestas al por qué y cómo operan, olvidando que son ellos fluctuantes y por ello, incuantificables dentro del conocimento racional.
Querer encontrar respuestas a los sentimientos que otros ponen en mi, pareciera una duda alcanzable de realizar, e incluso, un derecho exigible; pero se olvida que revertir el cuestionamiernto sobre lo que sentimos por otros no requiere explicación, porque simplemente surgen de uno u otro momento, y su sola puesta en duda es concierada irracional e incluso intromisivo.
Querer es solo cuestion de sentir, sin cuestionar, sin dudar pero sobre todo, sin creer que mañana no puede cambiar
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