domingo, 7 de mayo de 2006

Tu vales mucho

Aunque este espacio fué hecho para escribir mis pensamientos, decidí copiar un mail que mi hermana me envió, una reflexión sobre el valor que como mujeres tenemos, sin caer en estereotipos o discuciones de género.


"Mensaje
En una breve conversación, un hombre entrevista a una mujer y le pregunta:

El-¿Qué tipo de hombre estas buscando o quieres para ti?

Ella se quedó un momento callada antes de verlo fijamente a los ojos y le pregunta: -¿En verdad quieres saber?

Sí - respondió él.

Ella empezó a decir:
-Siendo mujer en esta época moderna, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer al 100% por mí. Yo pago todas mis facturas, mis cuentas y soy económicamente solvente. Yo me encargo de mi casa y todos sus quehaceres sin la ayuda de un hombre. Yo estoy en la posición de preguntar, ¿Qué es lo que tú como hombre, crees que puedes aportar en mi vida?.

El hombre se le quedó viendo. Él claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero.

Ella, rápido, sabiendo lo que él estaba pensando dijo: -¡No me estoy refiriendo al dinero! Yo necesito algo más. Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida.

El cruzó los brazos, se recargó en la silla y mirándola con cara de extrañeza, le pidió que le explicara...

Ella dijo:
- Mira, yo busco o espero a alguien que luche por la perfección mental, porque yo necesito a alguien con quien conversar y que me estimule mentalmente, alguien con quien podamos crecer mentalmente juntos. Yo no necesito a alguien mentalmente simple. Yo estoy buscando o esperando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque yo necesito a alguien con quien compartir mi fe. Yo necesito a alguien que también sea económicamente solvente. No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera porque yo no necesito un cargo financiero, yo sé que el dinero no da categorí­a, que valga por lo que es y no por lo que tiene. Yo necesito a alguien suficientemente sensible para que comprenda por lo que yo -como mujer- paso en la vida, desde las menstruaciones hasta dar vida a otro ser humano, que aún a pesar de eso entienda que soy débil y que él sea suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer. Yo estoy buscando a alguien a quien yo pueda respetar como igual, yo no puedo ser sumisa con un hombre que no se gane mi respeto, que pueda arreglar él mismo sus problemas y para poder ser su igual, yo debo respetarlo. Yo no tengo ningún problema con ser amorosa, comprensiva y amable, simplemente él tiene que merecérselo. Dios nos hizo a las mujeres para ayudar al hombre y viceversa, no para servirle; pero yo no puedo ayudar a un hombre que no se puede ayudar a sí mismo.

Cuando ella terminó de hablar lo vio a los ojos y él se veí­a muy confundido y con severas interrogantes.

Él le dijo -¡Estas pidiendo mucho!.

Ella le contesto, irguiéndose con altivez y dignidad, pero sin falsas arrogancias:
- ¡Pido mucho, porque YO VALGO MUCHO! "

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy precioso...

Anónimo dijo...

A la verdad que esta precioso.