sábado, 8 de abril de 2006

Los siete dedos de la mano

hoy estuve en teatro, y estoy contenta de haberlo hecho...luego de muchas dificultades, pude ver esta obra cargada de la magia del circo contemporáneo, y que a la vez me planteó varias reflexiones.

Primero contextualizo. Los siete dedos de la Mano es una compañia canadiense, hija del cirque du soleil, que en escena juega con los elementos propios del malabarismo..cuerda floja, tela, contorsiones. Los siete dedos de la mano, hace referencia a un dicho francés que dice que cuando un grupo de amigos son muy unidos , son como los dedos de la mano juntos...pues bien...esta compañia esta compuesta por 7 actores y un DJ.

La obra, presenta como a través de la convivencia, las diferencias de gustos, y las habilidades es posible tener un equipo. Tal vez esté demasiado reflexiva, pero pensé como siete personas, con múltiples puntos de vista, se llegan a poner de acuerdo, y llegué a la conclusión que el respeto es la base de todo. El reconocer al otro como es, con sus habilidades y defectos, es la base de la confianza. Puede que cada uno tenga su "cuarto de hora" o momento de fama, pero el respetarlo, apoyarlo y darle la seguridad de lo que es, es lo que el va a valorar cuando eso pase.

Ante una obra de acrobacias, es imposible desligar el cuerpo. Hoy a través del cuerpo de una contorsionista, que habilmente se deslizaba entre dos tiras de tela suspendidas, reconocí lo que a veces yo niego, la corporeidad. A veces mi cuerpo me engaña...o yo lo engaño a el, cuando lo esfuerzo mas de lo que debe, y cuando lo rezago porque creo que el no puede conmigo. Y con el cuerpo viene eso a lo que tanto temor le tengo hoy en dia y es la sensualidad. Por vivencias, la he alejado de mi...y me hace falta el sentir y el trasmitir sentimientos por medio de la piel, de las miradas, de los abrazos. ... hoy vi de nuevo lo sensual y bello unido en la dulce danza sobre una cuerda...y me preguntaba porque a veces como sociedad se juzga tanto a quien se quiere expresar con el cuerpo... y entonces todo termina sexualizado.

A veces quisiera estar de pie en un escenario, y llegar a un público (que tal vez solo necesite que sea mis flores...), pero el drama diario me enseño a tener en mi rostro la máscara de la timidez para no ser juzgada. ..y aunque lo he intentado, he fallado, porque cometí errores que ahora me obligan a cubrirme. Sinembargo, es bueno saber que sé sonreir, y creo que el poder generarlas es lo que hace que mi alma no muera.

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